Es en el físico donde las diferencias entre hombre y mujer son más evidentes. Las mujeres son menos fuertes. A su cuerpo le cuesta más perder grasa y a nivel cardiovascular su rendimiento mejora más despacio, ya que, tienen un corazón más pequeño. Esto significa un menor VO2max de oxígeno (la mayor cantidad de oxígeno que tu cuerpo puede utilizar en el esfuerzo) en los hombres puede llegar a ser un 20% mayor que en las mujeres. Por el contrario y aunque las mujeres bombeen menos oxígeno, son más económicas en su esfuerzo, ya que, sus necesidades energéticas son menores debido a su menor porcentaje de masa muscular.

Posiblemente el mayor hándicap para las mujeres sea el hormonal. La testosterona, la hormona masculina por excelencia es la encargada de construir huesos y músculos, a la vez, también ayuda a regenerar el tejido conectivo y muscular después de un esfuerzo. El ciclo hormonal produce a las mujeres subidas y bajadas de las hormonas durante la etapa fértil; los estrógenos femeninos favorecen la acumulación de grasa en las mujeres que suele ser un 10% más que los hombres. Así que en la batalla de lo físico parece que los hombres cobran ventaja.

Sin embargo en el deporte al igual que en el mundo de la empresa las personas que llegan a triunfar son las que más capacidad de esfuerzo tienen y ahí las mujeres no tienen rival.

Las mujeres tienen mejor pensamiento analítico, ya que, en su cerebro existe una mayor actividad entre el hemisferio derecho, que controla la intuición y el hemisferio izquierdo, que gestiona la actividad racional. Este tipo de pensamiento interviene por igual en el mundo de los negocios como en el deporte. Es por ese motivo que las mujeres son mejores a la hora de realizar una estrategia o en la siempre dramática toma de decisiones.

Las personas que llegan a triunfar son las que más capacidad de esfuerzo tienen y ahí las mujeres no tienen rival.

En los deportes de equipo las mujeres son las verdaderas líderes, ya que, cuando llegan los problemas o empiezan a fallar los ánimos, son ellas las que lideran el equipo subiendo la moral y cuidando los lazos emocionales entre los grupos del equipo.

La voluntad de las mujeres les permite plantearse grandes retos reales y factibles, siempre son conscientes de sus limitaciones, dan pasos pequeños pero firmes para conseguir sus retos. Rompen cada día viejos estereotipos. Saben que el éxito es una combinación de superación y esfuerzo y ahí ellas, son las ganadoras.